Si quieres ver ejemplos de todas estas técnicas, visita esta página del porfolio.
Hoy voy a hablaros de fotografía analógica y procesos fotográficos alternativos en términos de sostenibilidad y ecología. Para ello, cuento con la colaboración de Chiara Salvi (Florencia, Italia), fundadora y directora de la escuela online The Alternative Processes Academy (APA). Si cuando acabes de leer este artículo te ha entrado el gusanillo y quieres inscribirte en la escuela de Chiara, encontrarás un descuento de 100€ para ayudarte a empezar.
¿Revelar con café? ¿Hacer fotografías con flores? ¿De qué va todo esto?
EL RESURGIR DE LA FOTOGRAGÍA ANALÓGICA
En plena era de la fotografía digital, volvió a ponerse de moda hace unos años la fotografía analógica, conllevando la aparición de nuevos productos como las cámaras Instax de Fujifilm, y la pregunta en auge era: ¿es el nuevo trend entre los jóvenes o ha vuelto para quedarse? A parte del sector profesional, muchas de las personas interesadas en las prácticas analógicas, no sólo se interesaron en recuperar el uso de las cámaras de carrete de 35mm, sino también en entender cómo funciona el revelado y positivado en cuarto oscuro, para hacerlo ellos mismos en vez de llevarlo al laboratorio.
En la práctica de la fotografía analógica, uno de los problemas hoy en día es la falta de recursos, ya que muchas fábricas han dejado de subministrar materiales y los precios han ido subiendo. El material de segunda mano es cada vez más escaso, y si bien hace unos años se encontraba en abundancia y a precios muy bajos en plataformas como Wallapop, actualmente es cada vez más complicado.
Fotografía analógica y sostenibilidad
Otro de los problemas es la dificultad de realizar fotografía analógica de forma responsable con el medioambiente. La concienciación ecológica a nivel global es algo relativamente reciente. Tradicionalmente, no existía esta preocupación por el impacto que pudiera tener el uso de estos materiales químicos y tóxicos a nivel doméstico. Es por ello que el resurgir de los métodos históricos de fotografía han venido acompañados de nuevas posibilidades más ecoresponsables, como por ejemplo los reveladores ecológicos: el revelado con caffenol (es decir, con café) o con herbinol (nada más y nada menos que hierbabuena).
Así mismo, también han surgido nuevas iniciativas para plantear el cuarto oscuro bajo el prisma de la economía circular. De ello habla el colectivo The Sustainable Darkroom de UK, por ejemplo, o con ello trabajan artistas como Charlotte E Padgham, quien recupera y reutiliza los residuos del laboratorio para crear joyas de plata.
PROCESOS ALTERNATIVOS MÁS SOSTENIBLES
La recuperación de procesos fotográficos tradicionales no sólo se ha centrado en la fotografía con cámara de carrete, sino que también se ha interesado en otras técnicas que surgieron antes. Es el caso por ejemplo de las Antotipias.
La Antotipia es una técnica fotográfica sin cámara que se realiza gracias a las cualidades fotosensibles de las plantas y las flores. El papel se empapa con una dilución del pigmento obtenido de ellas en agua o alcohol, y sobre él se sitúa la imagen que queremos “imprimir”, ya sea un elemento (hoja, flor etc.) o una fotografía. En el segundo caso, deberá ser una transparencia en positivo (no utilizamos negativos ya que el sol generalmente no oscurece el color, sino que lo blanquea o destruye).
Si quieres ver ejemplos de todas estas técnicas, visita esta página del porfolio.
Los orígenes
Esta técnica aparece en el siglo XIX de la mano de científicos y artistas. En 1816 Henri August Vogel descubre que el jugo extraído de las plantas es sensible a la luz y empiezan a desarrollarse numerosas investigaciones, como las de Mrs. Mary Somerville, quien nunca pudo publicarlas por ser mujer.
Robert Hunt, uno de los miembros fundadores de la London Photographic Society, experimentó con sustancias fotosensibles orgánicas e inorgánicas y publicó numerosos trabajos como el Researches on Light. Sir John Herschel fue una figura clave de aquel período, tanto para la Antotipia como para la fotografía en general, pues a él le debemos términos como “positivo”, “negativo” y “snap-shot”.
La Antotipia tiene mucho que ver con la pintura, ya que tradicionalmente los artistas también creaban sus propios pigmentos a través de elementos naturales, y con estos creaban después sus acuarelas o pinturas al óleo mezclándolos con óleo de linaza o goma arábica.
Por ejemplo, se creaba el pigmento rojo de la Granza (Rubia tinctorium L.), una de las plantas tintóreas más antiguas, o el azul del Pastel (Isatis tinctoria), una planta originaria del Mar Negro. Sin embargo, la pintura busca pigmentos estables, que no varíen con la luz, mientras que la Antotipia busca lo contrario, pigmentos altamente fotosensibles para un mayor contraste.
DE LA INMEDIATEZ A LA PERSEVERANCIA
El interés por estas técnicas no solo nace de que algunas de ellas son completamente ecológicas, sino también de que van acompañadas de un modo de vida particular.
En una época en que casi todo el mundo tiene en el bolsillo un teléfono móvil con cámara de alta calidad y en que las imágenes pueden ser contempladas y compartidas al instante, echar la vista atrás es también recuperar los ritmos lentos y la laboriosidad de antaño. Para realizarlas se requiere paciencia, pues a menudo la imagen tarda días en aparecer.
Muchas de ellas nos acercan al mundo natural y nos hacen descubrir propiedades de las plantas que nos rodean. Se realizan a la luz del día en vez de realizarse en cuarto oscuro o por medios digitales, y dependen de las condiciones atmosféricas. La conexión con el entorno es crucial, y esto ayuda a reconectar con el medio en vez de alejarnos de él.
Existen muchos otros procesos alternativos fascinantes, pero a menudo cuesta encontrar información sobre ellos. Hablamos de técnicas como los Quimigramas, Fitogramas, Lumens, Cianotipias, Clorotipias, emulsión líquida, etc. Por suerte, cada vez van apareciendo más opciones para aproximarse a estas técnicas históricas.
En España, por ejemplo, este verano de 2023 La Casa Encendida de Madrid ofreció unos monográficos en algunas de estas técnicas y en Barcelona existe desde 2019 el Festival de fotografía experimental. Sin embargo, una opción accesible online en cualquier momento y desde cualquier lugar, completa y actualizada, es la escuela The Alternative Processes Academy.
CONVERSAMOS CON LA FUNDADORA DE APA
The Alternative Processes Academy es una escuela online fundada por Chiara Salvi en la que se enseñan todos estos procesos alternativos de los que venimos hablando y muchos más.
Chiara estudió Fotografía en la London College of Communication (UAL) y vivió allí durante 5 años. De regreso a su tierra natal en Florencia (Italia), se encontró con una gran falta de recursos, posibilidades y comunidad entorno a la fotografía analógica y los procesos alternativos fotográficos.
Así pues, decidió crear ella misma una escuela online, disponible para todo el mundo independientemente de su localidad, que no sólo ofreciese formación sino también un espacio de intercambio y de colaboración. ¡Nos lo cuenta ella de primera mano!
Entrevista con Chiara Salvi
¿En qué momento empezaste a interesarte por los procesos fotográficos alternativos? ¿Qué te atrajo de ellos?
Ocurrió en mi último año de universidad. En la London College of Communication de Londres teníamos un cuarto oscuro y realizábamos un montón de talleres. Empezaron a interesarme cada vez más estas experiencias fotográficas más táctiles, los materiales, las superficies sensibles… También asistí a muchos talleres, simposios y charlas de The London Collective realmente interesantes. Para mí fue un proceso natural pasar de lo digital a lo analógico, y fue el interés por las diferentes superficies la clave en esta transición.
No es habitual crear una academia de procesos alternativos, ya que se dirige a un nicho muy específico. ¿Cómo va la aventura? ¿Tienes suficientes alumnos para que sea un proyecto viable?
Sí, ha sido una aventura muy arriesgada. Empecé a grabar para la Academia en Bangkok, ya que el invierno pasado estuve trabajando en remoto desde el Sudeste Asiático. Tuve la idea en septiembre y ni siquiera esperé a ver si era una idea viable. Me dije: voy a anunciar la idea al mundo y luego a ver cómo va. Recibí mucho apoyo e interés, así que pensé que tenía que hacerlo realidad. Establecí lanzarlo en abril del año siguiente (es decir, en 2023), así que fijé una fecha y empecé a trabajar en ello. Alquilé un cuarto oscuro cerca del parque Lumphini de Bangkok y puedo decir que no fue fácil, porque estaba en un país extranjero y era muy complicado conseguir productos químicos. La gente del Darkroom me ayudó mucho en ese sentido. Grababa todos los días y hacía mucho calor, así que todos los productos químicos se calentaban muy rápido… Estaba allí mañana y tarde, y luego editaba por la noche. Fue muy intenso, pero cuando lo lancé en abril fue muy bien, ¡y ya tenemos 250 alumnos matriculados en el curso!
Para las personas interesadas en matricularse, ¿podrías hablar un poco sobre la Academia? Por ejemplo, ¿enseñas tú todos los módulos o cuentas con profesores externos?
Lo hago todo yo misma. Siempre me han interesado mucho los procesos diferentes. Empiezo con uno y luego, cuando consigo buenos resultados, quiero hacer otra cosa; me aburro con mucha facilidad. Gracias a eso, obtuve este amplio conocimiento de procesos alternativos, pero pensaba que no podría hacer nada con ellos, hasta que surgió la escuela. Como decías, no es fácil encontrar información por ahí, son “cosas raras”. Hay mucha gente en el mundo interesada pero no hay recursos o formación al respecto, así que, finalmente es precisamente por ser tan específico que funcionó.
Sí, yo misma puedo confirmar que no es fácil encontrar plataformas o formaciones especializadas, y al ser online, tu Academia es muy accesible. En ese sentido, ¿Cuáles son hasta ahora tus impresiones sobre la formación en línea?
Nosotros ofrecemos una llamada conjunta al mes (“community call”) para contrarrestar la falta de proximidad que conlleva el online. También ofrezco unas horas de oficina en las que la gente puede venir a verme presencialmente, pero a nivel general quería proponer algo accesible para todo el mundo, no localizado en una ubicación. Sí que hice algunas exposiciones y talleres presenciales, pero quería que fuera algo más grande. Nació como una plataforma en línea y quiero que siga siendo así. Obviamente, hay una belleza en el contacto presencial y en la creación de redes, y es cierto que hay una discrepancia enseñando online procesos fotográficos tan táctiles y físicos, pero para mí es una manera para llegar a más gente.
Los que vivimos el analógico conocimos la abundancia de stock y los materiales a bajo coste. ¿Crees que habrá un aumento de la producción debido al incremento de la demanda, o que las técnicas sin cámara serán una alternativa viable si los precios se vuelven cada vez más prohibitivos?
Creo que son sí son una alternativa, y también creo que este aumento de los costes ha afectado a este movimiento de gente más interesada en procesos sostenibles como la antotipia o clorotipia. También se trata del hecho de no poder manejar todos los productos químicos que se utilizan en el cuarto oscuro – quiero decir que no tenemos las instalaciones de residuos necesarias para eliminarlos y evitar contaminar el medio ambiente. El curso tiene un componente muy importante de procesos sostenibles – quiero dar a la gente la opción de poder usarlos, aunque siempre habrá gente que trabaje con película en el cuarto oscuro, y eso está bien. Tenemos que responsabilizar a las multinacionales, las empresas y los gobiernos; no tenemos que responsabilizarnos de todo nosotros mismos hasta el punto de pensar que todo depende de nosotros.
Hablando del cuarto oscuro, actualmente hay gente que lo enfoca desde un punto de vista sostenible y de economía circular, así que se pueden hacer planteamientos más ecológicos incluso dentro del cuarto oscuro, ¿no?
Sí, ¡podemos hacer muchas cosas! Por ejemplo, los productos químicos no son de un solo uso, se pueden reutilizar muchas veces. Esto no lo digo en mi Academia porque si los usas más de 2 o 3 veces puede ocurrir que el resultado no salga perfecto, y no puedo responsabilizarme de ello. Personalmente, uso mis productos químicos hasta que se agotan y luego hago Quimigramas con ellos. En cuanto a los químicos, también puedes ponerte en contacto con el centro de residuos más cercano para que te indiquen cómo deshacerte de ellos correctamente. Otro ejemplo: el carbonato sódico y el carbonato cálcico que se utilizan para las cianotipias pueden reutilizarse infinitamente. El caffenol (un revelador ecológico hecho de carbonato sódico, vitamina C y café) también. Otra cosa que no es muy sostenible en los procesos alternativos es la fase de lavado, ya que oficialmente puede requerir entre 10′ – 15′ de uso de «agua corriente». Sin embargo, por supuesto que no lavo mi impresión durante 10′. Tengo que decirlo en el curso porque de no hacerlo puede que cambie el color del entonado. Es el artista quien tiene que valorar de manera responsable si lava durante menos tiempo.
A propósito de los métodos llamados «sostenibles», suelen tener algo que no lo es. Por ejemplo, en la clorotipia utilizamos transparencias fotográficas que se imprimen sobre acetato.
Correcto, pero las transparencias se pueden reutilizar infinitas veces. Por ejemplo, ayer hice un taller de Cianotipias y utilicé transparencias de hace 6 años. Para mí, se trata de “coger algo – dar algo”. Por ejemplo, cuando explico cómo imprimir en conchas marinas dentro del módulo de «emulsión líquida», señalo que hay que coger sólo unas pocas conchas y vigilar que no sean de especies protegidas y en lugares protegidos en que está prohibido, y que, a cambio, está bien aprovechar para recoger basura de la playa en la que estames. De todos modos, siempre habrá alguien que te juzgue y que se queje del trabajo que haces, por mucho que te esfuerces en hacerlo lo mejor posible – hay que dejarlo pasar y seguir intentando hacerlo lo mejor que podamos.
Dado que el lanzamiento de la escuela ha sido un éxito, ¿qué tienes pensado para el futuro?
Pues hace muy poco hemos lanzado un nuevo módulo sobre el proceso de impresión a la Clorofila (Chlorophyll printing), creando fotografías en hojas de los árboles. Ha sido complicado porque estaba esperando que llegara el verano en Italia para realizado y, cuando llegó, ¡llovió durante un mes entero! Pero al fin conseguí publicarlo y es uno de los más apreciados de la Academia. Hace unas semanas, también publiqué un módulo sobre Cianotipias en vidrio y cerámica, y publicaré nuevos contenidos en septiembre / octubre. Lancé la escuela hace muy poco tiempo, así que es difícil pensar en el futuro, solo sé que quiero que la Academia siga creciendo.
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Un artículo de mucha necesidad que inspira a una práctica sostenible y bella en armonía con nuestro entorno. La entrevista muy interesante! Gracias ❤️
Muchas gracias, Alicia! Qué bien que te haya resultado útil e inspirador 💚
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