SOBRE EL PROYECTO
Transitar emociones sin tener que irse a Bali
“Ojalá dejarlo todo e irme a Bali” ¿Te suena? Nosotras también lo hemos pensado más de una vez.
Un día nos preguntamos: ¿Qué recursos tengo cerca para esos momentos en los que quiero escapar? Y descubrimos que no existía una plataforma para encontrarlos.
Así que decidimos crearla.
Un lugar para ofrecer ideas y recomendaciones que nos ayuden a transitar emociones o situaciones sin necesidad de ir muy lejos. Porque no es Bali… pero funciona.


EN QUÉ CONSISTE
Cada mes tomamos una emoción y la transformamos en un viaje creativo enfocado en una disciplina artística. El objetivo es poner en valor los recursos de proximidad, desmintiendo la concepción estereotipada de que para sanar hay que irse lejos.
¿Cómo lo hacemos? De la mano de un/a experto/a en la disciplina artística del mes, que nos comparte herramientas y estrategias prácticas. Este proyecto es una red viva, donde sumamos nuevas voces y miradas para descubrir, analizar y evolucionar desde lo colectivo.
Por otro lado, compartimos recursos, proyectos e ideas prácticas que van tejiendo un mapa de recomendaciones y construyen una red colaborativa. Con este proyecto queremos propiciar viajes de proximidad y calidad, lentos y respetuosos.
Creemos que el arte, estar en contacto con la naturaleza y mantenerse activo pueden ayudar en ciertos momentos complicados, y nuestra misión es facilitar a las personas encontrar esos lugares cuando lo necesitan.
El proyecto ha empezado a construirse colaborativamente en la plataforma Instagram bajo la cuenta @estonoesbaliperofunciona.
Las recomendaciones van quedando todas registradas en un mapa y una playlist.
HABLAMOS CON LAS EXPERTAS
ENERO: SOBRE ESTRÉS Y ARQUITECTURA CON ELISA LARRAIN VELUTINI (DISTRITO NATURA)

Elisa es experta en arquitectura sostenible, con una trayectoria internacional que abarca Venezuela, Estados Unidos, Costa Rica y España. Ha liderado proyectos inmobiliarios durante más de 20 años. Actualmente, es Directora de Desarrollo y Promotora de Distrito Natural, una iniciativa que impulsa proyectos ecológicos enfocados en mejorar la calidad de vida y la convivencia. Su enfoque está centrado en crear espacios que promuevan la sostenibilidad y el bienestar. Más información en su web.
¿Puede la arquitectura ayudarnos a sentirnos en calma?
Absolutamente. Creo que más allá de la arquitectura en sí, es la intención detrás del diseño lo que nos puede llevar a sentirnos en calma. Espacios bien pensados, que respeten la luz natural, que usen materiales como la madera, y que nos conecten con el entorno natural, hacen una gran diferencia en cómo percibimos un lugar. Para mí, se trata de crear hogares que realmente «respiren» bienestar, donde te sientas cómodo, protegido y en sintonía con lo que te rodea. Eso es lo que buscamos en proyectos como Vibio.land: no solo casas, sino espacios que te permitan encontrar calma en el día a día.
¿Qué lugares de la ciudad dirías que son más apropiados para reducir el estrés?
Diría que los espacios con vegetación y vida al aire libre son claves para desconectar: un parque, un jardín o incluso una terraza bien diseñada. Pero también creo que el estrés no solo se reduce en grandes áreas verdes; a veces, un espacio pequeño, bien cuidado y pensado, puede generar la misma sensación. Por ejemplo, en Distrito Natural buscamos crear comunidades donde los propios vecinos y los espacios comunes sean parte de esa calma, como en un huerto compartido o una terraza comunitaria. Al final, no se trata solo del lugar, sino de cómo te invita a vivirlo.
FEBRERO: SOBRE CORAZÓN ROTO Y CINE CON LAS GUIONISTAS DE LOS AÑOS NUEVOS: PAULA FABRA Y SARA CANO

Dos talentosas guionistas españolas que han conquistado al público con su habilidad para contar historias cargadas de emociones y humanidad. Juntas son responsables de la exitosa serie Los años nuevos, donde exploran con sensibilidad y autenticidad los altibajos del amor y el desamor. Con un enfoque en la creación de personajes complejos y situaciones cotidianas que resuenan profundamente con los espectadores, Paula y Sara se han consolidado como una de las duplas creativas más prometedoras del panorama audiovisual actual.
¿Crees que las historias de corazones rotos resuenan tanto porque las hemos vivido o porque nos permiten proyectar nuestros propios miedos y esperanzas?
Seguramente por ambas cosas. Mucha gente nos ha escrito diciéndonos que se ha sentido muy reconocida en la historia de Ana y Óscar. Que ha vivido discusiones idénticas, palabra por palabra. Por ejemplo, la discusión del taxi. En este sentido, creemos que los espectadores se sienten comprendidos, acompañados… Por otro lado, aquellos a los que no han roto el corazón o que han tenido vivencias muy diferentes, son capaces de proyectarse en la situación y empatizar porque conecta con sus miedos más profundos.
Dicen que el cine puede ser terapéutico, ¿escribir Los años nuevos fue para vosotras una forma de sanar un corazón roto o de hacer catarsis a través de los personajes?
No diríamos tanto. Pero sí nos ha permitido revisar relaciones del pasado, comprender cómo actuamos y cómo actuó nuestra pareja. Hicimos un esfuerzo muy grande en entender a ambos personajes, en cargarlos de motivos, en legitimar sus emociones. Más que a sanar el corazón, escribir esta serie nos ha ayudado a conocernos mejor dentro del ámbito de la pareja, así que esperamos poder aplicar ese conocimiento en un futuro. Pero quién sabe. Luego estás ahí dentro y no tienes la capacidad de ver las cosas con tanta claridad.
Un corazón roto puede sentirse como cierre de una etapa, pero también como un nuevo comienzo. ¿Cómo reflejasteis esta dualidad en los personajes y en la narrativa de la serie?
Cuando sales de una relación estás obligado a un nuevo comienzo, pero unas veces cuesta más que otras arrancar. En el caso de Óscar le dimos varias oportunidades. No queríamos que el personaje se mantuviera a la espera. En el capítulo 6 somos testigos de cómo intenta intimar con una chica a pesar de que está hecho polvo. Lo mismo sucede en el 8, cuando descubrimos que tiene una relación con Lucía y, en el 10, cuando le confiesa a Ana que tuvo un idilio en verano. En el 6, Óscar no estaba preparado para empezar otra relación. Pero las relaciones sembradas en el 8 y en el 10 sí habrían podido ir para adelante si Ana no hubiera aparecido. En el caso de Ana, cuando conoce a Manu en Francia, está lejos, sola y acaba de perder a su padre. Estos factores ayudan a Ana a empezar una relación, pero al mismo tiempo le acabarán pesando, porque son cimientos poco sólidos. Quizás por eso cuando reaparece Óscar todo ese nuevo mundo que ha creado se tambalea.
MARZO: SOBRE ESPERANZA Y ARTES PLÁSTICAS CON MARINA BENITO

Marina es artista plástica y licenciada en Bellas Artes en Madrid. Ha ilustrado para Glamour, Telva, Vogue, ECIJA, Hyatt Hotels y Sup Yoga Madrid. En su web ofrece láminas seriadas, obra original, tutoriales y recursos gratuitos. Su trabajo explora el color y la belleza de lo cotidiano. Además, imparte talleres de ilustración botánica para todos los niveles, sin necesidad de experiencia previa. Más información en su web y tienda.
ABRIL: SOBRE GRATITUD Y LITERATURA CON ANA BENAVENT (ESPACIO LAS CERILLAS)

Ana Benavent es artista visual y profesora de fotografía. Empezó haciendo fotos para guardar momentos, pero con el tiempo la cámara se convirtió en su herramienta principal para expresar aquello que no siempre puede decir con palabras. Imparte talleres en espacios como la Universitat de Barcelona, El Observatorio o Can Basté, donde trabaja la fotografía como proceso y forma de búsqueda personal, más allá del resultado técnico o estético. También es comisaria del Photobook Market en Art Photo Bcn y forma parte del colectivo Can Grapes Fanzines, donde explora el fanzine como formato de autopublicación, aprendizaje y práctica creativa. Más información en su web.
¿Crees que la escritura o la lectura pueden ayudarnos a conectar con el agradecimiento? ¿Cómo lo has experimentado en vuestro espacio?
Hace una amiga me habló de un ejercicio de escritura que hizo y me pareció muy interesante. Se trataba de, cada día, escribir unas líneas en una libreta sobre lo que agradecía. Cada día, sin importar lo que hubiera pasado o no, hacer el esfuerzo de buscar hasta la más mínima cosa que agradecer. Agradecer al día, a las personas que habían formado parte y también, los gestos y, muy importante, a ella misma. Así que sí, creo que la escritura puede conectar con el agradecimiento si se enfoca a ello
¿Hay algún poema, libro o fragmento literario que represente para ti la gratitud?
Hay un libro que me gustó mucho y que tal vez no es exactamente sobre la gratitud, pero de alguna manera creo que lo toca. Se trata de «Dentro», de Esmeralda Berbel. En este libro escrito de forma diarística, cuenta su día a día en una época de recuperación, de encuentro con ella misma y con el gusto de la soledad, de la importancia de sus amistades, del trabajo, de compartir. Durante este viaje por esos años y sobre todo, por su interior, aprende, valora y agradece las pequeñas cosas de su vida que la llenan y le dan sentido.
¿Cómo crees que se manifiesta el agradecimiento dentro del grupo durante vuestros encuentros y talleres?
En los encuentros mensuales de poesía y de fotolibros, siempre nos tomamos un momento para agradecer a todas las personas que vienen y participan, ya que para las que lo montamos, es muy importante. A la vez, es muy bonito el agradecimiento de la gente que viene, el valor que le dan al espacio, al compartir en este formato íntimo y a todo lo que se da.
MAYO: SOBRE PEREZA Y DANZA CON ALMA STEINER (BAILARINA)

Alma se graduó en el Institut del Teatre de Barcelona en 2018 y está actualmente completando su formación en la Danish National School of Performing Arts en Copenhague. Su enfoque hacia la danza y el movimiento está muy conectado con el teatro y la voz. Alma ha construido su carrera como bailarina en varios países del mundo formando parte de compañías como Erem Dance (Delémont, Suiza), Stragiles de la compañía In2it (Estocolmo, Suecia), Cía Moveo, l’Atapeïda, entre otras. A lo largo de su trayectoria profesional, Alma ha crecido y desarrollado su pasión por el movimiento trabajando y formándose con coreógrafos como Sol Picó, Lali Ayguadé, Toni Mira, Eduard Torroja (Wim Vandekeybus), David Zambrano, Peeping Tom, Fighting Monkeys, DV8, Jorge Crecis, Hofesh Shechter, entre otros. Desde 2014, también codirige Kernel Dance Theatre, un proyecto colectivo que gestiona junto con Junyi Sun y Marina Miguel. Más información en su perfil de Instagram.
¿Crees que bailar puede ser una forma de encender la motivación cuando uno se siente sin ganas de hacer nada? ¿Cómo influye el movimiento en el estado de ánimo?
Sí, estoy convencida de que el movimiento puede despertar la motivación. Cuando el cuerpo se pone en marcha, la mente se enfoca en el propio movimiento, lo que ayuda a salir del estancamiento mental. Nuestro cuerpo está diseñado para moverse, no para permanecer quieto. Cuanto más nos movemos, más natural se vuelve la acción de activarnos, y eso reduce la sensación de pereza. El movimiento conecta cuerpo y mente, y esa conexión genera energía.
En los días en que te cuesta empezar o sientes pereza, ¿cómo usas la danza para activarte? ¿Tienes algún ritual o ejercicio que te ayude a entrar en movimiento?
Cuando siento pereza, suelo comenzar sacudiendo y rebotando el cuerpo. Es un ejercicio simple, repetitivo, que va calentando y despertando el cuerpo poco a poco. Con el tiempo, esa sensación de pesadez desaparece. Para mí, la pereza se parece a una manta que cubre el cuerpo, tanto física como mentalmente, y necesito quitármela sacudiéndome, como quien se libra de un peso encima.
Desde tu experiencia como bailarina, ¿consideras que la danza podría usarse como herramienta en programas de bienestar o desarrollo personal, precisamente para combatir la apatía o la desgana?
Absolutamente. No sé si tendría el mismo equilibrio emocional si no fuera por la danza. En momentos difíciles, ha sido mi ancla y mi forma de salir adelante. Creo que quienes bailan tienen una conexión más profunda con su cuerpo, lo que les permite escucharse, preguntarse cómo están, agradecer su cuerpo y cuidarse. Esa conciencia corporal favorece el bienestar. Claro que todo esto funciona si hay una buena pedagogía y praxis de la danza.