Madrid se transforma cada año en una gran constelación artística durante su ya imprescindible Semana del Arte. Ferias, exposiciones, charlas, inauguraciones y encuentros hacen que la ciudad palpite al ritmo del arte contemporáneo en todas sus formas.
En esta edición 2025, mi recorrido tuvo como epicentro Hybrid Art Fair, donde realicé fotografías para su equipo de comunicación. Pero también hubo tiempo para pasear por ARCO Madrid y sumergirse en algunas exposiciones paralelas, como la fascinante muestra sobre el color en la Fundación Juan March.

Hybrid Art Fair 2025: arte en las habitaciones del Hotel Petit Palace Santa Bárbara
Si hay una feria que rompe con el formato clásico de cubículos blancos, esa es sin duda Hybrid Art Fair. En su novena edición, esta feria se consolida como una de las propuestas más frescas, accesibles e inmersivas dentro de la Semana del Arte de Madrid. Se celebra, como es habitual, en el Hotel Petit Palace Santa Bárbara, ubicado en la Plaza de Santa Bárbara, en pleno corazón de Alonso Martínez.

Hybrid transforma cada planta del hotel en un universo artístico particular. Cada habitación es una apuesta distinta, con identidad propia, donde artistas y galerías dan rienda suelta a propuestas arriesgadas, sensoriales, íntimas o directamente performativas. Porque sí, en Hybrid también hay performances en vivo, charlas y momentos en los que el arte ocurre, no solo se observa.
Este año, una de las habitaciones que más me tocó emocionalmente fue la de The Stendhal Room, con la exposición “Lost in Translation”, que presentaba obras de Annitaklimt, Lucila Bodelón, Carol Galiñanes y Fernanda del Barrio.
“Nuestra propuesta, «Lost in translation», explora la ausencia de palabras, los silencios y la magia de la comunicación no verbal, haciendo hincapié en el tacto y el susurro. A partir de un juego de miradas, caricias y cruces, las artistas de nuestra habitación han creado un universo propio, con la piel como protagonista, rindiendo de esta manera un homenaje a la película homónima de Sofía Coppola.”
Y efectivamente, era un espacio de intimidad compartida, de imágenes que hablaban en voz baja. Cada obra estaba construida con una sensibilidad que apelaba al cuerpo, al roce, al gesto mínimo.

Otra de mis paradas esenciales fue la habitación de Mundart Madrid, que presentó tres versiones de un pensamiento nutrido en el bosque, una muestra de Blanca Abajo Alda, Álvaro Villamañan y Sergio Estévez. Me asombraron especialmente las piezas construidas con libros desestructurados, convertidos en objetos únicos.
Cada artista parte de una relación individual con la naturaleza y el bosque, desde distintas técnicas y disciplinas, pero todos bajo una influencia latente de la cultura japonesa, tanto en lo formal como en lo espiritual. Así, pudimos ver el uso del ukiyo-e por parte de Blanca, la cerámica Shigaraki en las obras de Álvaro, y estructuras de origami reinterpretadas por Sergio.
Y, cómo no, mencionar a los Juanitos Studios, un colectivo gallego que no dejó indiferente a nadie con su instalación en el baño. Irreverencia, humor e ironía. Una propuesta que fue de las más comentadas en la feria y que volvió a recordarme que el arte también puede incomodar, sacudir, cuestionar.

Hybrid 2025 no fue solo una feria más, sino una experiencia inmersiva que reafirma la necesidad de espacios donde el arte suceda sin jerarquías ni moldes preestablecidos. Un hotel convertido en cápsula creativa que se mantiene como uno de los highlights imprescindibles de la Semana del Arte de Madrid.
ARCOmadrid: 10 años de ArsLibris y un Stendalazo inesperado

La Feria Internacional de Arte Contemporáneo ARCOmadrid, celebrada desde 1982, tuvo lugar como cada año en los pabellones de IFEMA, convirtiéndose durante unos días en el gran epicentro del arte contemporáneo internacional. La magnitud de ARCO es indiscutible: cientos de galerías, artistas consagrados y emergentes, coleccionistas, curadores y un incesante desfile de obras, discursos y tendencias. Puede parecer un lugar frío o impersonal para quien busca experiencias más íntimas, pero entre la marea, siempre hay rincones que brillan por su capacidad de detener el tiempo.
Uno de ellos fue, sin duda, el espacio de ArtsLibris, que este año celebraba diez años de presencia en ARCOmadrid. Esta Feria Internacional del Libro de Artista, Fotolibro y Autoedición reunió a más de 80 editoriales, artistas, librerías y creadores de más de 20 países. Su propuesta va más allá del objeto-libro: plantea al libro como un medio creativo en sí mismo, un soporte democrático, empático y directo para acceder al arte contemporáneo.
En tiempos de inmediatez digital, ver, tocar y hojear estos artefactos impresos es una experiencia casi militante. Allí, en ese remanso de papel, tinta y cuidado editorial, encontré uno de mis momentos favoritos de toda la Semana del Arte. Fue como tender un puente natural con la intimidad y sensibilidad que había experimentado en Hybrid.
Y es que, para mi sorpresa —y alegría—, dentro de ArtsLibris se encontraba el stand de Non Finito Ediciones, una editorial independiente creada por Annitaklimt, Lucila Bodelón y Carol Galiñanes, tres de las artistas que formaban parte de The Stendhal Room en Hybrid. Ellas, junto con Fernanda del Barrio, me habían regalado uno de los momentos más delicados e intensos de la semana con su exposición Lost in Translation. Verlas aquí también, en ARCO, reafirmó su fuerza como colectivo y su sensibilidad como creadoras que piensan en múltiples capas y formatos.
Sin duda, ellas fueron mi “Stendalazo” de esta Semana del Arte.

El recorrido por ARCO incluyó también otras alegrías. Me emocionó reencontrarme con el stand de Genalguacil Pueblo Museo, un proyecto de arte rural al que dediqué un artículo anterior y que sigue creciendo desde la raíz. También visité el espacio de La Fábrica, siempre presente con sus propuestas entre lo editorial y lo visual, y con una mirada cuidada que navega entre la fotografía, la narrativa y el pensamiento contemporáneo.
ARCO sigue siendo el gran contenedor, el escaparate mayúsculo donde el arte se exhibe, se debate y se vende. Pero también, si sabes mirar, sigue siendo un lugar para encontrar grietas por donde se cuela la emoción verdadera. Esta edición, para mí, esa grieta fue de papel: libros como ventanas al arte y a lo íntimo.
Fundación March: el color como lenguaje y como enigma

Más allá de las ferias, la Semana del Arte de Madrid también es el momento perfecto para sumergirse en las exposiciones que activan el pulso artístico de la ciudad. Una de las joyas de este año ha sido sin duda la propuesta de la Fundación Juan March: Lo tienes que ver. La autonomía del color en el arte abstracto.
La exposición reúne un conjunto impresionante de obras de los siglos XX y XXI centradas en el uso del color como elemento estructural y autónomo, alejándose de la representación o del gesto expresivo para profundizar en su potencia como materia prima del arte. Hay pintura, escultura, obra gráfica, instalaciones, vídeo, fotografía, cerámica, textiles e incluso libros de artista. Cada pieza propone una forma distinta de pensar (y de mirar) el color como lenguaje.

Pero lo que convierte esta muestra en algo más que una gran exposición de arte abstracto son sus dos espacios singulares. El primero, absolutamente fascinante para cualquier amante del arte y de la historia, reúne diagramas cromáticos, publicaciones científicas, tratados filosóficos, estudios sobre pigmentos y óptica, desde el siglo XVIII en adelante. Es un viaje apasionante que vincula el arte con la ciencia, la espiritualidad, la ideología y la técnica. Una auténtica cámara de maravillas para entender cómo ha evolucionado nuestra percepción del color.
El segundo espacio, Coloramas, propone una experiencia más inmersiva y contemporánea. A través de una instalación visual expansiva, juega con la percepción del visitante para cerrar el recorrido con una explosión sensorial que complementa y resignifica todo lo anterior.
Una exposición que combina rigor, belleza y emoción, y que sin duda es un imprescindible de esta semana. Una prueba más de que en la Semana del Arte de Madrid, no todo ocurre en las ferias.
Una semana de arte entre lo íntimo, lo institucional y lo impreso
La Semana del Arte de Madrid 2025 ha sido, como cada año, un caleidoscopio de experiencias. Desde el bullicio monumental de ARCO, que sigue siendo un termómetro del mercado internacional, hasta la cercanía performativa y experimental de Hybrid Art Fair, donde cada habitación susurra historias distintas. Entre medias, propuestas como URVANITY FAIR, exposiciones independientes y, por supuesto, los museos y fundaciones que completan este ecosistema efervescente.
Personalmente, esta edición me recordó que el arte no solo se mira: se toca, se piensa, se guarda, se conversa y, sobre todo, se siente.
