El caso de Genalguacil Pueblo Museo
Hablaba el otro día de cómo el arte puede ayudar a la transformación social y a mejorar la vida de las personas. Hoy quiero hablaros de cómo el arte puede ayudar a dar vida a un pueblo entero.
Viajamos a Genalguacil, un pueblo de Málaga de apenas 400 habitantes. Esta localidad celebra este año su 30 aniversario apostando por el arte como motor socioeconómico a través de sus Encuentros de Arte.
Se trata de un evento bienal en que se acogen artistas seleccionados para crear y exponer su obra en el pueblo. A través de ellos, se vincula el arte contemporáneo con la tradición, el tejido social y el entorno natural de Genalguacil.
La convocatoria especifica que los proyectos deben seguir un Diseño de Investigación Artística fundamentada en los pilares de Genalguacil Pueblo Museo (DIA/GPM): tradición, cultura y naturaleza. La localidad muestra de esta manera su compromiso con mantener el arraigo del proyecto con la comunidad de vecinos y el territorio.
El alcance de este proyecto ha crecido tanto, así como el patrimonio artístico que atesora después de 30 años, que desde hace 4 años cuenta con un stand propio en ARCO, la Feria Internacional de Arte Contemporáneo más importante del país.
Turismo Sostenible en Genalguacil
A pesar de sus 30 años de existencia, conocí este Pueblo Museo a principios de 2024, gracias a su premio en FITUR (Feria Internacional de Turismo), que le ha convertido en un referente en Turismo Sostenible en España.
El Observatorio de FITUR dedicado a promover buenas prácticas turísticas en clave de sostenibilidad, le otorgó uno de sus premios FiturNext Reto 2024 (-cómo el turismo puede contribuir a la revitalización de los territorios-) por su lucha contra la despoblación. Y es que gracias a este pueblo museo con atractivo turístico, la población de Genalguacil está incrementando en un 4% anual desde 2019.
Con este reconocimiento se subraya como el turismo puede contribuir a la revitalización demográfica y socioeconómica del entorno rural, combatiendo la pérdida de población y de oportunidades laborales.
Desde FiturNext apuntan que Genalguacil «ha convertido el pueblo en un museo al aire libre disponible todo el año, que ya cuenta con más de 20.500 visitantes en un solo un año».
Los Encuentros de Arte
«Durante los Encuentros de Arte hay una atmósfera que no se puede explicar, hay que vivirla». Así describe Gloria de La Posada del Recovero los días en que transcurren los encuentros de arte. Este 2024 se han celebrado entre el 1 y el 15 de agosto, y tras pasar unos días allí, puedo confirmar las palabras de Gloria.
El pueblo mantiene su tranquilidad, esa calma característica de los hermosos pueblos blancos andaluces, pero se siente también el asombro de visitantes nacionales y extranjeros que disfrutan de las numerosas obras de arte distribuidas por las callejuelas.
Familias, vecinos y visitantes conviven en un ambiente acogedor. No se percibe en el ambiente ningún rechazo hacia las personas de paso, ya que el pueblo en ningún caso se encuentra congestionado, y las personas que lo visitan lo hacen con interés y respeto.
Puedes ver o descargarte el programa de este 2024 aquí:
Los artistas locales
Durante los Encuentros de Arte, unos de los grandes protagonistas son los artistas locales. Algunos de ellos descubrieron Genalguacil gracias a este evento y después se instalaron en el pueblo.
Tienen ahí su taller artistas y artesanos de diferentes disciplinas: cestería, pintura, madera, zapatero artesano… Durante los encuentros de arte sus estudios están abiertos al público, permitiéndonos descubrir su oficio y su obra.
Así mismo, se realiza una exposición conjunta en que sus obras están a la venta. Durante el año, estos artistas también muestran y venden su trabajo en el pueblo a través de un mercado mensual.
Como fotógrafa, uno de los artistas locales que quise conocer fue Dio Rubio. Al llegar a su estudio, no sólo me sorprendieron sus obras, «una melancólica mirada a la cotidianidad de Genalguacil» (Dio Rubio), sino también su afable acogida. Dio me explicó con calma y detalle su proceso creativo y algunas anécdotas de su trabajo, haciéndolo así más accesible y profundo.
Los artistas seleccionados
Pero, sin duda, los grandes protagonistas de los Encuentros de Arte son los artistas seleccionados para el programa. Este año, se recibieron un centenar de propuestas de 17 países, convirtiendo la selección en una tarea complicada.
El jurado, compuesto por el coordinador de los encuentros de arte, Arturo Comas, y otros profesionales del sector (Carolina Parra, Javier López, Juan Fco. Rueda y Marta Galindo), escogió de todas ellas 6 propuestas:
- Hodei Herreros: De cara a la pared
- Francisco Correia: Office Building
- Delia Boyano: Zozobra, ritmo, viento
- Timsam Harding: Sin silencio
- Mateo Chica: Oí crujir la varilla. Esta historia nunca la habéis escuchado
- LUCE: Lo vivido, compartido
Las obras de los artistas se inscriben dentro de su trabajo y trayectoria personal pero se desarrollan en sintonía con el entorno del pueblo de Genalguacil.
El contacto estrecho con los vecinos y el territorio es clave a la hora de idear, diseñar y desarrollar los trabajos.
En la obra de LUCE, por ejemplo, encontramos rasgos característicos de su obra como el interés por la palabra y por intervenir en espacios en desuso para resignificarlos, pero también el trabajo conjunto con la comunidad local de Genalguacil. A la hora de escoger las frases que han quedado plasmadas en un edificio del pueblo, trabajadas según el oficio del herrero, se ha apoyado en sus conversaciones con los vecinos y sus sensaciones del lugar.
Noches de verano y la economía local
Durante los encuentros de arte en agosto, el pueblo de Genalguacil se llena de actividades familiares y culturales no sólo de día, sino también de noche. Las llamadas «noches al fresco» reúnen actividades tanto teatrales como musicales, e incluso sesiones cinematográficas.
Por otro lado, los negocios locales benefician del aumento de visitantes, ya sea en las pernoctaciones de los alojamientos como en las reservas de los restaurantes. Aún y así, el pueblo conserva la frescura de un ambiente «como en casa».
Obras por las calles y en el MAC
Las obras que crean los artistas se quedan en Genalguacil, ya sea en sus calles o en el Museo de Arte Contemporáneo de Genalguacil ‘Fernando Centeno’, inaugurado en 2004. El museo nació de la necesidad de albergar las obras de los artistas que han pasado por los programas «Encuentros de Arte» y «Arte Vivo» que no pueden permanecer al aire libre.
Más de 250 creadores han pasado ya por este municipio malagueño, y el patrimonio artístico que han dejado ha hecho que Genalguacil obtenga el título de Pueblo Museo Habitado.
Además, es también uno de los pueblos más bonitos de España y cuenta con atractivos naturales más allá de los culturales. Cerca del pueblo, se encuentra una extensa ruta de senderos, zonas de baño, los ríos Genal y Almarchal, y uno de los pocos bosques de pinsapos del país.
Conclusiones: un ejemplo esperanzador que reúne arte y turismo
El turismo tiene mala fama. Hace años que se percibe como algo negativo para los destinos y es que, desgraciadamente, en muchos casos es altamente perjudicial para el tejido social y el entorno natural. Pero hoy, lejos de hablar de esos casos, quiero centrarme en la esperanza que traen ejemplos como el de Genalguacil.
Un pueblo que entiende los beneficios de la convivencia entre locales y visitantes, cuando esta nace del respeto y el enriquecimiento mutuo. Este pueblo museo parece muy consciente también de sus posibilidades y limitaciones, no llevando así al territorio a la congestión, manteniendo la propuesta dentro de las dimensiones de su localidad.
El arte siempre ha sido una forma de expresión humana, a veces infravalorada. En Genalguacil ocupa el lugar que merece, siendo motor de crecimiento, objeto de reflexión, pretexto de interacción social, motivo de celebración. La atención que se dedica a los vecinos, sobre todo a los más mayores y las familias, permite que sigan siendo los protagonistas de su propio pueblo. Los visitantes son aquí viajeros con curiosidad y respeto, que a fin de cuentas y a mi modo de ver, es el único modo de viajar.
