Revelado Fotográfico: la clave para evocar sensaciones y crear una identidad visual coherente

¿Sabes eso de que miras una imagen y puedes sentir a qué sabe ese plato, a qué huele esa fragancia, la calma que se siente en ese sitio?

Pues hoy hablamos de una parte del proceso que hace que esa imagen sea tan evocadora, que te transporte y te sumerja instantáneamente en su propio mundo.

Algo que también sirve para ser consistente, reconocible de un solo vistazo y tener una identidad visual sólida.

Antes y después del revelado

Para una marca, es un gran aliado a la hora de reflejar visualmente sus atributos, su personalidad y despertar las emociones adecuadas en su audiencia.

Obviamente en fotografía todas las etapas del proceso son importantes e imprescindibles, desde la preparación previa, al momento de capturar la imagen y después. Pero hoy me voy a centrar en la post producción, a menudo ninguneada, que juega un papel crucial.

La imagen, tal cual sale de cámara, es un mundo abierto de posibilidades.

Cuando la obtenemos en crudo, por muy bien hecha que esté, seguramente no sea todavía capaz de transmitir adecuadamente las sensaciones o la atmósfera de ese momento y lugar concreto.

Es el proceso de revelado el que viene a hacer que la imagen sea todo lo que puede ser. Viene a potenciarla para que consiga reflejar exactamente lo que estamos buscando.

UNA IMAGEN, MUCHAS POSIBILIDADES

El revelado fotográfico es uno de los elementos más estimulantes en la construcción del mensaje visual, permitiendo que tu fotografía comunique de manera coherente. Las imágenes son lo que va a despertar el interés (o no) por tu producto, entonces más vale que te sientas identificado con ellas, que estén a la altura de lo que ofreces y conecten con tu audiencia.

Tener una comunicación visual alineada con tu proyecto requiere, en primer lugar, tener una personalidad y valores de marca claros. Después, definir un estilo de edición acorde a ellos, y finalmente mantener la consistencia aplicándolos. Esto hará a tu marca reconocible de un solo vistazo. Tu estilo de edición es parte de tu identidad visual.

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Misma imagen con tres ejemplos de revelado diferentes

Recuerdo que en la época de mi Bachillerato Artístico (hace ya más de 15 años, made mía!) se consideraba algo “malo” porque alteraba la fotografía y, por ende, la realidad. Sin embargo, la creencia de que la fotografía es objetiva se desmontó hace mucho tiempo. Primero, porque siempre hay una persona (subjetiva) detrás de la cámara; segundo, porque los propios fabricantes gestionan de maneras diferentes el color (tienen perfiles de sensor o algoritmos de procesamiento distintos) entonces ¿es más objetivo el verde de Canon que el de Fujifilm?

Así pues, el revelado fotográfico lo que permite es hacer visibles elementos que no vemos inicialmente, trabajar la imagen para evocar atmósferas que apelan a nuestros sentidos, dándonos ese goce estético-visual. Permite también crear coherencia entre una serie de imágenes, dentro de un proyecto o como marca.

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Distintas imágenes con el mismo tipo de revelado que las unifica

En los manuales de estilo de las empresas, nunca faltan las paletas de color y las tipografías, pero a menudo se olvida el estilo fotográfico y los recursos gráficos.

Pues bien, el estilo fotográfico dice mucho de la marca o el producto, justamente. Nos dice cómo es la marca (dinámica, innovadora, natural, saludable…), qué transmite (energía, inspiración, relajación…), qué tipo de experiencias propone (bienestar, aventura, exclusivas…). Todo ello de un solo vistazo, a través de la relación que se establece entre las imágenes y el proyecto.

Durante el proceso de revelado fotográfico se aplican teorías perceptivas y emocionales a la fotografía. La teoría del color, por ejemplo, está estrechamente relacionada con las emociones. No produce las mismas sensaciones en el espectador escoger entre un ambiente cálido o frío, ni producen las mismas emociones una imagen con colores saturados que con colores pastel. Las texturas, por ejemplo, tienen un efecto sensorial significativo en el espectador porque evocan sensaciones táctiles, gustativas, olfativas etc.

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Una imagen con revelado cálido y frío

La comunicación a través de imágenes se basa en un lenguaje visual que comprendemos gracias a nuestra experiencia perceptual. Aunque las convenciones culturales de cada sociedad cambien, esta comunicación es más universal que el alfabeto. En ese sentido, la composición de una fotografía por ejemplo puede determinar la sensación de ritmo, equilibro, unidad etc. que transmite esa imagen. Estas técnicas, así como la narrativa o storytelling visual, son clave para construir tu imagen de marca.

En sus orígenes, la fotografía analógica ya aplicaba ajustes sobre la fotografía para llegar al resultado final. Curiosamente, se hacía en laboratorio usando técnicas similares a las digitales (filtros, máscaras…), así que mejor empiezo por ahí, por el principio.

Por supuesto, te lo puedes saltar e ir directo al grano con lo digital. Sólo me pregunto: si marcas tan importantes como Vogue colaboran con fotógrafos que prefieren la película sobre lo digital y han salido incontables filtros intentando copiar el estilo analógico, ¿por qué será?

LA MAGIA DE REVELAR LA IMAGEN EN ANALÓGICO

Magia, sí, porque cuando ves por primera vez aparecer una imagen de la nada sobre el papel blanco eso es lo que parece. La fotografía se revela, es decir, la imagen latente se convierte en imagen visible.

flores analogico
Fotografía analógica

¿Cómo sucede? En el proceso analógico, lo que captura la imagen es la emulsión fotosensible de la película (llamada coloquialmente el carrete porque eso es lo que solemos comprar, el carrete) debido al efecto de la luz sobre las sales de plata que contiene dicha emulsión.

Ya, es increíblemente poético que la magia suceda gracias a luz y sales de plata. Aprovecho para contarte un dato curioso: es por este motivo que en Francia se llama fotografía “argentique” (argent = plata) en vez de analógica.

Y también para recordarte que la palabra fotografía significa escribir o dibujar con luz, ya que deriva de los vocablos griegos phōs = luz y graf = dibujar, escribir.

Pues bien, esta imagen, sin embargo, no podemos verla, está oculta. Es durante el proceso de revelado con productos químicos (o más recientemente con productos orgánicos, de los cuales te cuento en este artículo), que la imagen se vuelve visible.

Se vuelve visible, pero es muy pequeñita y está invertida: son los negativos.

cuarto oscuro foto

Para verla “normal” necesitamos el siguiente paso: el momento en que ampliamos y positivamos la imagen en el cuarto oscuro (sí, este es el momento típico de la luz roja), donde la imagen se revela sobre el papel gracias al baño de revelador.

Este proceso es maravilloso, primero por su laboriosidad, en que tocas las cosas con las manos: ajuste de instrumentos, pruebas de líquidos, uso de la lupa para ver si la imagen está enfocada, tiras de pruebas etc.

Pero, sobre todo, porque aquí es donde está el trabajo más parecido al revelado digital. Curiosamente, se usan técnicas similares para ajustar cosas parecidas: filtros de contraste, máscaras, doble exposición etc.

En analógico, parte del “estilo” y consistencia se consigue gracias a la elección del film o película fotográfica, pues cada una tiene cualidades propias de color, grano, contraste etc. que unifican la serie de imágenes.

Por ejemplo, tomé estas fotografías con película Harman Phoenix 200, y en seguida se puede ver que tienen el mismo «estilo», con una reproducción de color característica y alto contraste:

foto analógica color
Fotografías analógicas del mismo tipo de película 35mm

LA MAGIA DE REVELAR LA IMAGEN EN DIGITAL

En la fotografía digital desde mediados de los 80 lo que capta la luz en la cámara (y por tanto la imagen) es el sensor (ya no por sales de plata sino por fotodiodos).

Vale sí, no suena tan mágico hablar de fotodiodos como de sales de plata. Pero sigamos.

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Antes y después del revelado

La cámara compone una imagen digital en crudo (formato RAW) que contiene toda la información con la que después podemos trabajar para conseguir el resultado que estamos buscando.

-Inciso: las cámaras ofrecen también la posibilidad de generar directamente una fotografía procesada en .jpg, pero esto supone que la cámara realice ajustes y descarte información (ósea, que toma decisiones ella en vez de nosotros)-.

Con esta imagen en crudo, pasamos al ordenador para revelarla (ósea procesarla aplicando los ajustes que consideremos apropiados). Y estarás pensando: ya, pero yo ya he visto la imagen en la cámara justo después de dispararla. Correcto, eso es porque hoy en día las cámaras ofrecen instantáneamente una previsualización orientativa aunque dispares en crudo.

Vaya, hemos vuelto a perder un poco de magia, pero oye, hemos ganado inmediatez (que todo hay que decirlo, a veces es frustrante no ver qué tal te ha quedado la foto hasta al cabo de días, o meses).

Pero hay algo que no hemos perdido, y es que la imagen sale de cámara como pura potencialidad: ahora te toca sacarle el máximo partido. Se te abre un mundo de posibilidades interpretativas, para que esa foto sea y transmita lo que estás buscando.

Contiene, además, información que quizás no sea visible en la toma al salir de cámara, pero que puedes hacer visible gracias a las técnicas de revelado. Esto es muy evidente en astrofotografía, donde muchos colores y elementos del cielo no aparecen hasta que se ha revelado correctamente la imagen.

antes y después
Dos ejemplos de revelado distintos

EVOCAR SENSACIONES CON IMÁGENES

Volvamos a la pregunta inicial, sobre esas imágenes que te hacen sentir una atmósfera, percibir el sabor de un plato o transportarte a una sensación de bienestar.

Imagen transmitiendo intimidad y calidez

Pues bien, el placer visual que sientes al ver esa imagen y no otra muy similar, tiene que ver, entre otras cosas, con el trato que se les da durante el proceso de revelado como hemos comentado.

Éste puede ser inapreciable o más complejo, según la foto original y el resultado deseado.

Trabajando la luz y el color se puede conseguir que una imagen refleje armonía o todo lo contrario, aplicando teorías perceptivas y emocionales. Relacionando esos parámetros con tu proyecto, consigues que se le perciba de esa manera (natural o disruptivo, innovador o clásico etc).

Para esto, más que muchos programas o material lo que necesitas es tener claro la imagen que quieres proyectar, definir el modo de editar tus fotografías acorde a ello, y después ser consistente aplicándolo.

Ahora dime: ¿conocías la importancia y las posibilidades del revelado fotográfico? ¿Lo aplicas ya a tu proyecto?

Te iré contando más sobre cómo introducir estas técnicas y teorías de comunicación visual por aquí, pero si no quieres esperar, escríbeme y te cuento cómo podemos aplicarlo ya a tu marca:

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