APRENDIENDO A COCINAR RENDANG AYAM
Cuando llegas a Malasia una de las primeras cosas que te sorprende es ver como confluyen y se entrelazan las diferentes culturas y religiones que pueblan el país. Paseando por Kuala Lumpur, son pocas las calles que separan el colorido templo hindú Sri Mahamariamman de los templos taoístas Guan Di y Sin Sze Si Ya en pleno Chinatown, así como de la impresionante mezquita Masjid Jamek. Los colores, los cantos y las tradiciones de los múltiples grupos étnicos que conforman la población de Malasia se superponen, y con ellos sus aromas y sabores.
Como otros países del sudeste asiático, Malasia huele a fruta y a especias, pero en ella confluyen tradiciones gastronómicas de múltiples países que aportan a la oferta gastronómica de este país una variedad única. De entre todas las delicias malayas, una que no debería perderse nadie que pase por la capital del país es el Putu Bambu Tradisi (Instagram @putubambu_tradisi).
Una pequeña foodtruck en el Central Market espera a todo aquel que esté recorriendo el mercado con un aroma inconfundible.
La textura y la suavidad de estos pequeños dulces, que deben su color verde a las hojas de pandan (una planta asiática muy utilizada en la gastronomía local), sorprenden tanto a locales como a extranjeros.
Nada mejor que una receta local
Entre esta efervescencia de estímulos gustativos, tuve la suerte de aprender un poco más sobre la manera tradicional de cocinar de mano de amigos malayos que conocí durante mi voluntariado en el Sahom Valley Resort (en Kampar, Perak). Personas autóctonas capaces de explicarme cómo hacen allí las cosas en el día a día y la intimidad de sus hogares. Tras acostumbrarme a desayunar Nasi Lemak, un plato a base de arroz, y a endulzar las bebidas con leche condensada, me dejé seducir por la gran variedad de sabrosos platos como el Mee Goreng (fideos fritos) con pollo (Ayam).
Es en este contexto que tuve la oportunidad de pasar una tarde con Naddya e Ilham aprendiendo a cocinar Rendang Ayam (pollo rendang). Esta receta original de Indonesia pero muy popular en Malasia, suele cocinarse como motivo de celebración y en honor a los invitados o huéspedes. Naddya tuvo la gentileza de escribirme la receta en malayo, que transcribo resumida en castellano aquí debajo.
Cocinando
Hervir el pollo. Cortar ajo, cúrcuma, jengibre y cebolla. Hacer migas de coco y freír. Añadir las especias: curry para carne y Serbuk Rendang. Añadir el agua del pollo que hemos hervido. Añadir el pollo. Preparar leche de coco (leche más agua) y añadir un poco (no demasiado para que no quede oleoso). Cortar en tiras finas la hoja de la cúrcuma y añadir.
Todo listo
Cuando está todo listo, se sirve en el suelo sobre un estor a la manera tradicional: los platos se disponen todos simultáneamente en diferentes cuencos. En uno encontramos el pollo Rendang, en otro el acompañamiento principal que es el arroz, y en el resto otros acompañamientos como lechuga o patatas, así como un pequeño bol con una salsa picante casera a base de chili.
Hora de comer
A la hora de comer, sentados en el suelo alrededor de la comida, cada comensal se sirve su plato y se come con las manos. Ya solo queda disfrutar de la comida y la compañía.
También necesitarás…
Para cocinar esta sabrosa receta en casa tal como la preparamos nosotros son necesarias las especias y preparados que se ven en esta fotografía, concretamente el sobre rojo «Serbuk Rendang». El sobre naranja es cúrcuma en polvo, que puedes conseguir directamente de la raíz de la cúrcuma, así como el jengibre.
Si viajas al país del Hibiscus, puedes encontrar estos sobres en cualquier 7-Eleven, pero ojo con la fecha de caducidad. Vas a tener que preparar rápido la receta de vuelta a casa, así que no olvides que se prepara en honor a los invitados: un bonito motivo para degustarla en buena compañía.
¡Qué aproveche!
¡Qué hambre de viajar!
¡Qué bien que te haya despertado las ganas de descubrir!
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Thank you so much, Mark!